Washington, 3 nov (Prensa Latina) El presidente Joe Biden viajará hoy a Nuevo México, un bastión típicamente azul, para apuntalar una reñida carrera por la gobernación, que consideran no fue lo suficientemente observada en este ciclo electoral en Estados Unidos.
El periplo de Biden al oeste, a pocos días del día de las elecciones del 8 de noviembre, incluye además una parada en California, aunque evitará Arizona y Nevada, donde un par de disputadas contiendas al Senado podrían determinar el control de la Cámara Alta.
La Casa Blanca dijo que el mandatario, la gobernadora Michelle Luján Grisham y otros líderes estatales y locales asistirán a un mitin en Albuquerque organizado por el Partido Demócrata de Nuevo México.
Esta será la segunda visita de Biden a ese territorio en 2022. En junio fue allí para hablar con funcionarios sobre los incendios forestales, así como con familias afectadas por los siniestros.
También hará declaraciones sobre su plan de condonación de préstamos estudiantiles, lo que pone de relieve su esfuerzo por atraer a los votantes jóvenes, un segmento que suele tener una baja participación en las elecciones intermedias. Luján Grisham se enfrenta a un competitivo intento de reelección contra el aspirante republicano Mark Ronchetti, que cuenta con el apoyo del expresidente Donald Trump.
Una encuesta reciente arrojó que ella tiene una ventaja de tres puntos porcentuales sobre Ronchetti en un estado que ha votado por todos los candidatos presidenciales demócratas desde 1992, excepto en 2004.
Biden se trasladó el martes a Florida, el último estado rojo de su itinerario antes de la jornada electoral, y después de su gira por el oeste del país, irá a Pensilvania, que considera un segundo hogar, el sábado, y a Maryland, el lunes.
Algunos estrategas señalaron que el ocupante del Despacho Oval parece evitar los estados en los que él -y los candidatos demócratas- temen que haga más daño que bien, destacó el diario The Hill.
De hecho, uno de los que trabaja en las campañas de mitad de mandato describió que el enfoque es el de «esconderse y no hacer más daño».
Recordó el periódico que cuando Biden estuvo en Oregón el mes pasado, ninguno de los candidatos demócratas en los distritos competitivos de la Cámara de Representantes se unió a él para los eventos.
El propio mandatario ha asentido a la realidad de que puede perjudicar a algunos demócratas más de lo que ayuda en un clima político polarizado.
En un acto celebrado en agosto con el senador Chris Van Hollen (Maryland), que se presenta a la reelección en un estado que el Cook Political Report califica de «sólidamente demócrata», Biden bromeó diciendo que le había dicho al senador «que vendría a hacer campaña a su favor o en su contra, lo que más le ayudara».
Lujan Grisham, que es gobernadora desde 2019, es considerada una estrella en ascenso en el Partido Demócrata y estuvo en la carrera por un puesto en el gabinete de la administración de Biden.
La atención a Nuevo México también se produce cuando los sondeos reflejan que el apoyo de los hispanos a los demócratas dismihuyó desde las últimas elecciones de mitad de período en 2018.
Su atención a Luján Grisham y al candidato gobernador de Maryland, Wes Moore, en los últimos días de este ciclo de mitad de mandato podría dar algunas señales sobre la mirada de Biden hacia el futuro del Partido Demócrata.
Los comicios de medio término del próximo martes renovarán los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 35 de los 100 del Senado, al igual entrarán en juego 36 gobernaciones, así como otros cargos electivos a nivel estatal y local.
Para los demócratas la meta es retener el control de sus ajustadas mayorías en ambas cámaras del Congreso, un objetivo que, a estas alturas, parece cada vez más escurridizo, cuando los pronósticos auuguran que, al menos, una de ellas, la de Representantes, se teñirá de rojo, el color de los republicanos.